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diariodeunavampiresanovata

En un principio lo de las luces me había parecido una excelente excusa para entrar en local, pero ni me hubiese molestado en colocarlas de no ser porque el pipiolo al que había dejado patidifuso en la puerta no había tardado en salir de su estupor y pegárseme a los cuartos traseros, temeroso de perder su nuevo empleo.

 

-¿Estás segura de que nosotros hemos pedido esos focos?

-Completamente -respondí mientras fingía buscar el mejor sitio para ellos.

-¿Y dónde los vas a instalar?

 

"Buena pregunta, sí, porque no pensaba instalarlos."

 

-Es que aquí ya tenemos muchos- cierto, cierto. Aún recordaba "La Gran Evasión" de la última vez, con iluminancia prácticamente solar incluída- ¿Estás segura de que os han llamado desde el WoW?.

 

Miré al chico con cara de "a_ver_si_te_enteras,_chaval,_es_aquí._Pero_si_hace_falta_te_lo_repito", aunque por la expresión de él, intuyo que vio algo más en la onda de "Te_mato._Si_me_lo_vuelves_a_preguntar,_TE_MA-TO".

 

-Éste es el sitio. No hay duda -respondí usando mi voz más acaramelada para amortiguar la impresión anterior- Esta noche, Titina quiere unos efectos diferentes a los habituales. Le apetece dar a la fiesta un toque entre disco-80, retro-rock, emo-punk, vintage-jazz, todo ello manteniéndose fiel a las tendencias marcadas por David Guetta, pero esporeándole pizcas de Lady Gaga.

-Ahhhhh... -no hay como soltar juntos un montón de palabros, para quedar de guay y cerrarle la boca al más pintado.

-Entiendes a lo que me refiero, ¿no?.

-Sí, sí...

 

Pues claro que no tenía ni remota idea de lo que le había dicho. ¡No la tenía ni yo!, pero estaba claro que aquel pimpollo de dulces ojos castaños, además de tener pinta de púber moja-camas (y me refiero a ese tipo de humedades acometidas con nocturnidad, alevosía y fruición, mucha fruición), confirmaba con sus hechos que no era más pánfilo porque no era más grande.

 

¡A mi me iban a venir con todo ese rollo de la compulsión!. A este pringado lo manejaba yo sin siquiera despeinarme las cejas usando hipnópsis.

 

-Pues, venga, ayúdame a enchufarlas aquí.

-¿Justo al lado de la puerta?

-Evidentemente -desde luego, yo no pensaba cargarlas mucho más lejos- Para el efecto urban-style, ése es el mejor sitio.

 

Me alegró comprobar que la resistencia del muchacho se había esfumado por completo. Siendo como era, alto como una viga, estaba doblegado a mi voluntad y, de rodillas ante mis pies, se afanaba por colocar las luces de forma que los cables estorbasen el paso lo menos posible.

 

Eso me gustaba. Lo reconozco. Me ponía. Verlo allí, agachadete, con su linda cabecita inclinada hacia delante, luciendo tan maravilloso contorno craneal, perfectamente rematado en aquellos aterciopelados trapecios... bufff... me estaba poniendo negra.

 

Vosotros, confidentes Siervos de la Noche, sois conocedores de mi predilección por los cuellos tersos y estilizados de hombre. ¡Llamadme fetichista si queréis!, pero es algo a lo que no me puedo resistir (a eso y a unas manos poderosamente grandes como las de Aragorn). Sin embargo aquel caso era diferente. Nunca antes la nuca de un chico me había resultado tan particularmene atractiva.

 

Desde luego no se trataba de que tuviese una forma especial y menos que poseyese una musculatura mega desarrollada. Porque otra cosa no, pero de lejos se notaba que el chico en cuestión no era un portero al uso, sino más bien un respuesto in extremis. Así que si el pobre estaba dotado de músculos debajo de aquel traje, tres o cuatro tallas más grande que la suya, sólo lo sabría él y su señora madre (la misma que orgullosamente lo había vestido con el kit para funerales de papá).

 

En fin, que todo esto venía a que no existía ninguna razón objetiva para fijarme en aquel gaznate más de lo que lo hubiese hecho en el de cualquier otro chaval. Y a pesar de ello, allí me tenía, de pie, absolutamente flipada, sin poder quitarle el ojo de encima. Babeando por él, no sólo en el sentido figurado. ¡Que es que sentía que se me hacía la boca agua con sólo mirarlo! ¡Aing, o’má, qué rico!

 

-¿Así están bien? -se giró pidiendo mi experta opinión de ponedora de focos.

 

No debía de ser más que un par de años mayor que yo. Con toda probabilidad, aquel era su primer trabajo: temporal (como todos) y escasamente remunerado (suerte la suya de que los chupasangres aún mantuviesen la obsoleta tradición de pagar). Me miraba con ojillos indecisos, esperando mi aprobación, como un perrillo buscando agradar al amo.

 

-Para nada -le solté porque me apetecía disfrutar un poco más del espectáculo- Están justo al revés. Este foco es a la izquierda y el otro a la derecha.

-¿No son iguales?

-A Doña Titina le va a desagradar mucho saber que tú no...

-Vale, vale -atajó con expresión agobiada- Los intercambio en un momento.

 

Sin esperar apenas un segundo se arrodilló para desenchufar los cables y dejar a mi alcance su sumamente apetecible garganta. Estaba tan enfrascado en cumplir a la perfección la labor que le había encomendado que ni se percató de que yo me acercaba cada vez más a su espalda.

 

Pero quiero que sepáis, puntillosos Siervos de la Noche, que la aproximación se inició por pura deformación profesional. Porque, aunque toda aquella patraña de la luces no era más que una excusa, esa noche se iba a celebrar una fiesta con vidas humanas en juego y no me apetecía cargar sobre mi conciencia sus muertes a causa de una instalación defectuosa. Además, también os voy a ser honesta, me podía la curiosiodad por un cuello tan extraordinariamente perfecto, con su despreocupada arteria carótida bombeando plácidamente, arriba y abajo, arriba y abajo, apenas oculta por una piel cálidamente translúcida.

 

Di un paso. Luego otro. Otro más. Silenciosa, como enfundada en unas almohadillas de gato, me pegué a su hombro derecho desde donde me parecía escuchar un tam-tam que decía "do-nuts, do-nuts, do-nuts...". Curioso... Justo ahora que me fijaba, la piel dorada del portero me recordaba a un tierno bollito glaseado. ¿Si la lamía también sabría a azúcar glas?. Me arrimé un poquito más para averiguar a qué olía.

 

"Uhmmm... Como recién horneado... Uhmmm..."

 

Sin darme cuenta siquiera, me fui agachando hasta que mi cabeza quedó a la altura de su carótida, cual mono Amedio. Al fin, mi boca se abrió inundada de saliva, mientras, mi cerebró cedía impotente a un vendaval de pensamientos locos.

 

"Un bocadito, sólo un bocadito... Un mordisquito pequeño... sin que se de cuenta..."

 

4 comentarios

Jessi -

Estimada JESSWITTER:

Me alegra que te guste mi blog y que le encuentres la parte divertida a mis dramáticas aventuras. Aunque intuyo que te parecen tan simpáticas porque, al no leerlas por completo, no has percibido lo triste de los acontecimientos que me rodean.

Así que te animo a que le eches un ojo al resto cuando tengas tiempo (a veces me hace ilusión ver moverse el contador de visitas) y, si te sigue interesando, que te unas a este selecto grupo de Siervos de la Noche que todavía cree en los vampiros.

La Jessi.

Jessi -

Querida Rubi:

Veo que eres una Sierva de la Noche sumamente comprensiva que has captado a la perfección el estado de inanición en el que me encontraba cuando me presenté en el WoW. Me hallaba terriblemente débil, tenía más hambre que en mi época de la dieta de la manzana y aquel tierno bollito enfundado en traje de fiesta olía que mejor que un roscón de Reyes. ¿Me juzgaríais mal si finalmente le hubiese hincado el diente?

Supongo que no. Vosotros, Siervos de la Noche que habéis seguido mi trágica historia, sabéis que mi intención original al presentarme esa noche en el WoW era arriesgar mi propia vida ante Titina para salvar al (¿¡pequeño, dices!?) Jonhy. Y cuando alguien actúa de una manera tan altruista como yo, no se le tiene en cuenta si para realizar sus heroicidades ha necesitado comerse un buen pollo asado antes o mordisquear un apetecible gaznate post-púber... ¿verdad?

La Jessi.

JESSWITTER -

realmente divertido, hoy descubri este blog. lei el primero y el ultimo y cuando tenga algo de tiempo los leere todos. es dificil encontrar algo escrito que te haga reir y tu lo has consegido conmigo

rubi -

No lo puedo creer no te culpo no te has alimentado como se debe
cuando sigues con esto necesito saber si hubo un pequeña probadita y que paso con titina

y el pequeño Jonhy

atte: fiel seguidora tuya