Y cuando afirmo que la comida no iba a ser un camino de rosas, me refiero claro, a un camino de pétalos de rosas, porque si hablamos de espinas, entonces sí, mi queridísima tía era un auténtico rosal.
-Jessi, hija, que bien se te ve después del aborto.
-Serás tú, tía, que siempre me ves con buenos ojos.
Por suerte para el Jonhy, su familia lo acababa de salvar de Pepi&Progenie. Más feliz que unas castañuelas se había despedido de mi con un hasta pronto cargado de significación y, después de sacudirme otro repaso de empastes que me despejó cualquier tipo de duda sobre el concepto de noviazgo que manejaba la mente de mi albondiguilla, había cogido la puerta, derechito para su casa, a comer tranquilamente y a decirle a sus padres que salía de escapada romántica ese mismo día conmigo.
Su versión, como os habréis percatado sagaces Siervos de la Noche, iba a diferir un poco de la mía, más que nada, por cuestiones prácticas. A mis padres no se les pasaba por la imaginación que yo durmiese una noche con un chico sin vigilancia paterno-familiar (por muy yerno albondiguilla que fuese) y a los suyos, dado que tampoco entendían eso de la emotividad Emo, nada les haría más ilusión que disipar la incertidumbre y confirmar que su hijo era un machote heterosexual, plantador de semillitas, más viril que un semental de toro de lidia... Sorprendente, lo sé, pero ¡¿cuándo he dicho yo que el cerebro de nuestros progenitores hubiera asimilado la entrada en el siglo XXI?!
-Entonces, ¿tú y Jonhatan estáis saliendo juntos?.
-Sí -contesté secamente a mi prima, que mira tú por donde había decidido sentarse a mi lado.
-Pero, lo de Jonhatan aún es reciente, ¿no?.
-Sí.
-Empezaste con Jonhatan anoche, ¿verdad?
-Ajá.
-O sea que esta relación tuya y de Jonhatan está en fase de prueba, vaya, que aún no es formal, formal, ¿no es cierto?
Me detuve un momento para decidir que contestarle a la repelente de mi prima, que por pertenecer a la parentela directa, no una advenediza como la Pepi, se merecía algo de condescendencia por mi parte. Lamentablemente sólo se me ocurrían dos opciones y ninguna era lo suficientemente sútil como para no romper algún que otro lazo familiar:
a) ¿Jonhatan?, Ya no digo pelo-pincho-lamido,pero... ¿en serio? ¿Jonhatan?. ¡Que la última vez que lo llamaron así fue en clase de filosofía! Y si Johnny Depp no es Jonathan, mucho menos el pringado de MacGyver.
b)¡Un poquito de dignidad mujer! Que no es muy elegante abalanzarse sobre el novio de tu prima con las bragas en la mano.
-¿No es cierto? -insistió Susi al ver que me quedaba en Babia analizando como era posible que yo compartiese con ella tan poco material genético, tan poca clase, tan poco saber estar y tan poca grasa, digo gracia.
-No, no es cierto -mejor desechar las posibilidades anteriores y tirar pa’l monte como las cabras... por el bien familiar- La verdad es que los dos siempre nos hemos amado apasionadamente y hasta ayer por la noche no habíamos conseguido sincerarnos y declararnos nuestros respectivos sentimientos. De hecho hemos decidido...
Y justo cuando ya había encontrado el momento adecuado para soltar la elaborada (por no llamarla estúpida) teoría de mi albondiguilla, va la Pepi y me interrumpe con su habilidad para provocar conflictos internacionales.
-Sí, hija, -comenzó a explicar a la Susi- ahora tu prima ya está saliendo con Jonhy y nunca más se va a apartar de su lado. Va estar con él siempre, siempre, siempre. No se va a separar de él jamás.
No me negaréis Siervos de la Noche que diciéndolo así parecía que yo me hubiese convertido en garrapata y que ni con agua hirviendo me pudiesen despegar de MacGyver. Algo paradójico tanto más cuanto de los presentes precisamente yo era la que menos sangre llevaba dentro.
-Dentro de poco, el amor que se tienen llenará de luz y alegría nuestra familia... -la voz de mi tía sonaba ahora más irónica que nunca- ...un nuevo pequeño correteará por los pasillos de esta casa y la boda correspondiente bendecirá el recién creado hogar.
El hecho de que la predicción fuese expuesta en este orden no pasó desapercibido, pero nadie pudo intervenir porque la Pepi seguí cavando su propia tumba a velocidad y sin descansos, de forma que no dejaba ni un huequito para interrumpir.
-Hija, en el mundo existen mujeres como Jessi,... -¿qué?, ¿Jessi qué?- ...cuya principal ilusión es casarse, tener retoños, mantener bien limpio su pisito. Y luego existen mujeres como tú... -¿desesperadas, roba novios?-... que además tienen otras aspiraciones en la vida: llegar a ser una gran bailarina de ballet, una ingeniera aeronáutica, ir a la Luna...
¡Ja! ¡Ir a la Luna!. ¿Había escuchado bien?, ¿¡IR A LA LUNA!?. La única manera de que Susi viajase a la Luna era con uno de los tripis que su mamá se había tomando para desayunar. Pero, ¡venga ya! ¿qué le pasaba a esta mujer?, ¿es que acaso había confundido el bote de antidepresivos con uno de Lacasitos?, ¿o se había acabado la lata de semillas de amapola mientras preparaba el bizcocho de hoy?
-Pues como iba diciendo... -retomé la batuta de la conversación porque yo aún debía anunciar mi partida junto al albondiguilla y, para qué negarlo, la Pepi ya había hablado bastante-... Las Ratas de Medianoche vamos a aceptar un acuerdo con una casa discográfica -tal vez la coartada de mi MacGyver necesitaba un poco de aderezo- y el Jonhy ha decido acompañarme durante la grabación del disco.
Se hizo el silencio para dar paso a un momento de conmoción y admiración generalizada, que he de admitir que me levantó el ego (no siendo yo engreída ni nada por el estilo). Sin embargo lo que más ilusión me hizo fue comprobar que no sólo le había cerrado la boca a mi tía, sino que después le había descolgado la mandíbula hasta el ombligo, donde mismamente le hacían compañía sus dos ubres de vaca.
-¿Y cuándo te has enterado?, ¿cuándo te dieron la noticia, niña?.
-Hoy mismo, abu, mientras preparabas la comida -todos los ojos me seguían con tanta expectación que no pude resistirme a darles detalles- Vane me llamó al móvil sobre las 12 de la mañana y aunque yo no me encontraba bien después del duro golpe de anoche -a ver si eso quedaba claro de una buena vez- acabé contestando a causa de su insistencia. Cuando al fin descolgué me la encontré toda loca con lo que le acababa de pasar...
-¿Qué fue, qué fue?, ¿qué le pasó?, ¿un robo?, ¿un atraco? -recordaréis que la Susi no era un paradigma de inteligencia.
-La acababan de llamar para queeeeeee... ¡Las Ratas de Medianoche grabásemos un disco!.
A pesar de que el final del cuento era conocido por todos, varias exclamaciones se escaparon entre la concurrencia.
-¿Con qué sello discográfico dices que habéis firmado? -la Pepi todavía parecía pensar que habíamos salido de un mal casting de American Idol.
-Con uno de los más importantes...
-¿O sea?
-... Universal.
Lo sé, lo sé. No me juzguéis mal, Siervos de la Noche, sé que podría haber dicho cualquier otra compañía más pequeñica y creíble, pero no se me ocurría ninguna y ¿qué habríais hecho vosotros en mi lugar?.
-Vayaaaaaa... Universaaaaal -la tía bruja se sonreía mientras lo repetía- Universal, ni más ni menos.
-Pues sí, Universal. Y estamos todos increíblemente emocionados con la noticia, lo malo es que debemos partir esta misma noche hacia la capital.
Varios “ohs” más se dejaron oir.
-¿Capital?, ¿de la provincia? -apuntilló con sorna la Pepi.
-No. Del mundo. Nos vamos a Nueva York.
Y aquí, lo reconozco, se me fue la mano, pero tanta incredulidad sacaría de quicio a santo. Sin embargo ni se me pasó por la cabeza rectificar la bola. A fin de cuentas todos estaban contentos, rodeándome mientras me felicitaban por la noticia y daba pena provocarles un decepción tan grande.
-¡DE ESO NADA! -vaya, ¿quién se atrevía a poner en duda mi historia?- Mi pequeña no se va hoy mismo a Nueva York y menos sin conocer al directivo del Universo ése con el que va a firmar el contrato.
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