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diariodeunavampiresanovata

El camino desde la casa de mi abuela hasta el “Route 77”  se hizo más tortuoso que de costumbre.
Los alrededores de la ciudad no se puede decir que estén bien comunicados con el centro así que tuve que soportar mil y un porrazos en la nariz, frente y coronilla por cada uno de los baches que el ayuntamiento todavía no se ha dignado a reparar.

Como si esto fuese poco, el Jonhy se halló subitamente bendecido por la musa del pitorreo y aprovechó esta iluminación divina para sacarle punta a cualquier cosa que yo dijese, hiciese o me aporrease la cocorota.

-Y... estoooo... -comenzó la guasa nada más tomar la primera curva- El trajecito ese... ¿Es para cazar vampiros o para RE-matarlos de la risa?... JUAJUAJUAJUA.

Lo fulminé con la mirada.

-O quizás... ay, ay -resolló recuperando la respiración- o quizás, en esos ambientes del inframundo que tu Maestro Oscuro tan bien conoce, el look “morcilla de Burgos” es el último grito... juajuajua -continuó desternillándose-... ¿Y la talla XS?, ¿es para contener las grasas o quieres practicar el rígor mortis antes de tu conversión? JUAJUAJUÁ...

Esperé en silencio a que se aburriese del cachondeo en soledad.

-Pero, viéndote así creo que le falta algo a tu conjuntito-me incitó a intervenir en el monólogo- ¿sabes qué?
-No. Dímelo tú -contesté de mala gana.
-Un casco para los ¡BACHES!.

¡Clonc!, sonó mi cabeza contra el cristal mientras yo, con grandes dificultades, intentaba amortiguar los socavones municipales sujetándome a los reposacabezas.

-JUAJUAJUA... y que... y que... Ay, ay, ¡qué bueno!-jadeó para si- y que sea blanco con un 8 pintado...

“Un 8 pintado” pensé completamente desconcertada “¿Qué quiere decir con...?”

-Para ir de bola de billar... juajuajua -me aclaró entre un mar de risotadas imposibles de sofocar- Ya sabes, la bola negra... juajuajua...

Puse los labios en trompetilla y mantuve la dignidad mientras el chaparrón de chascarrillos arreciaba cada vez con más fuerza.

-Se abre el telón y se ve a Jessica embutida en un mini traje de charol, ¿cómo se llama la película?... “Liberad a Willy”... juajuajua... Y... ¿y si está chupando un “Tenga-EGG”? -paró para hacer una pausa efectista- “Instinto básico”... juajuajua.

Giré la cabeza hacia la ventanilla tratando de averiguar a qué distancia del "Route 77" nos encontrábamos y constaté con alegría que por fin habíamos alcanzado la civilización, ésa que se distingue por tener calles bien asfaltadas, semáforos en los cruces y bazares chinos. Sonreí al pensar que ya no tardaría mucho en recuperar mi independencia de movimientos y podría así alejarme de las impertinencias del albondiguilla tan rápido como me lo permitiese el tiro del pantalón.

-¿Y si la Jessi se está echando lubricante en las piernas?, ¿cómo se llama el programa de TV?... "Con las manos en la Masa" JUAJUAJUA... ¿y si...?
-¿Y si se abre el telón y se ve al Jonhy partiéndose el culo a costa de la Jessi?, ¿cómo se llama la serie?... "A dos metros bajo tierra".

De un sólo vistazo, el pelo-pincho-lamido me localizó en su retrovisor y, velozmente, replegó la sonrisa de oreja a oreja que lucía desde hacía un buen rato.

-Mujerrrr... -me contestó mientras su cara buscaba una falsa expresión de compunción- Estaba de broma... Lo siento mucho si te he ofendido...

Sin embargo, mis estimados, fieles y (seamos honestos) más bien escasos Siervos de la Noche, aquello no sonaba sincero en absoluto. Llamadme susceptible si queréis, pero yo conozco bien al albondiguilla y se identificar en su rostro la sombra de mofa aún con el semblante más apesadumbrado que es capaz de forzar. En este caso, si me hubiera dicho que era el hijo secreto Will Smith y Whoopi Goldberg le hubiese dado más crédito que a la fingida mueca de niño bueno que trataba de colarme en ese instante.

-¡Anda! -le interrumpí apremiada por unos incipientes dolores en mi espalda- Aparca de una buena vez y sácame de aquí.

Rápidamente, como si hubiese sido poseído por el espíritu de Eugenio y mis órdenes lo acabasen de exorcizar, MacGyver abandonó su particular festival de humor para concentrarse en la búsqueda de una plaza de aparcamiento lo más cercana posible al "77".



Ésta fue una tarea más bien fácil porque el kk-móvil tiene la ventaja de ser más pequeño que una lata de sardinas, con lo que a eso de la una, el albondiguilla ya me estaba sacando fuera del Micromachine invirtiendo el proceso de entrada en el mismo.
En esto empleamos quizás más tiempo del que a priori debiera necesitar, pero mi integridad física (la espalda me estaba matando) y las costuras del pantalón necesitaban una delicadeza de movimientos que repetase por completo su fragilidad.

Así que una vez me hallé cual "Femina Erecta" sobre las baldosas de la acera dando pequeños pasos de gheisa, sentí unas inmensas ganas de agracerle al MacGyver tan laborioso proceso de puesta en circulación. Sin embargo estas locas intenciones se vieron disipadas por el aire fresco de la noche... Bueno, por el aire fresco de la noche y por la mueca burlona que se iniciaba en las comisuras de los labios del Jonhy.

-No te cortes -le espeté encarándome con él- ¡RÍETE! Ríete todo lo que quieras de esta pobre incauta e infeliz que se equivocó de talla...
-...y de huevo...-se chungueó el pelo-pincho-lamido.
-¡Y de huevo! -continué gritando yo- ¡¿Y QUÉ?!, ¿y qué si me he equivocado?. ¿Tú nunca te equivocas?, ¿acaso eres tú perfecto? -añadí mientras avanzaba por la calle- Pues no, no lo eres. Y algún día te equivocarás, te equivocarás y harás el ridículo... ¿Y sabes qué?- le bramé con toda mi furia condensada en el dedo índice- Que allí estaré yo. En ese fatídico momento en el que desees cavar bien hondo para meter tu cabeza en un agujero, allí, ALLÍ  estaré yo. Para cachondearme de ti, para recordártelo eternamente, para que sufras como he sufrido yo hoy... Porque así funciona la justicia cósmica, porque exactamente ASÍ es el KARMA -y envolviendo estas últimas palabras con un tonillo de misterio aceleré mis pasitos hacia la catedral.

A lo lejos un pequeño letrero luminoso anunciaba, para mi alegría, que la fies-vampiro ya había comenzado.

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