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diariodeunavampiresanovata

Un silencio frío congeló la expresión de todos los presentes, a Titina se le quedaron las palabras colgadas de la boca y los 5 jurados tensaron levemente todos los tendones de sus imperturbables cuellos. La repentina calma que precede a la tempestad se había apoderado de la estancia. Mi mano sobre el “ex-Alcalde” estaba a punto de destapar no sólo aquel jarrón chino sino también algo mucho más preocupante para las autoridades presentes: un fraude milenario.

 

Desde su trono de consejero corrupto, el vejete milenios-sin-echar-un-casquete gruñó en un intento de cerrarme la boca con rapidez:

 

-¡ALGUACIL!, AJUSTICIE A LA REA, ¡¡¡DE INMEDIATO!!!

 

Lamentablemente para los miembros del Tribunal, estos habían tardado demasiado en decidir a cuál de nosotras dos les interesaba más sacrificar, e iban a pagar las consecuencias. Tal vez, si todavía fuese una humana corriente y moliente o una no-muerta desnutrida, aquella orden me hubiese silenciado a tiempo. Sin embargo, ahora, con la sangre hiperoxigenada en mi organismo, nadie podría evitar lo inevitable. La diñase antes o no (y tenía bastantes papeletas en ese sorteo), allí iban a rodar unas cuantas cabezas de chupasangres “Gran Reserva”.

 

Brevemente tomé impulso y, sujetando la supuesta urna funeraria con ambas manos, describí un arco sobre los espectadores, de forma que las partículas de “Sir Thomas” comenzaron a revolotear entorno a sus atónitas caritas de ratillas voladoras. Y digo atónitas porque, a pesar de mi sincero esfuerzo por hacerles entender que la historia de Titina era más falsa que los Converse que llevaba puestos, allí todos parecían desorientados. Exactamente como si aún encima de no haber comprendido bien mi explicación, ahora ya nadie tuviese claro si presenciaba un juicio serio o un concierto de Ozzy Osbourne (que en lo que respecta a murciélagos decapitados tampoco iba a haber mucha diferencia).

 

Por desgracia para aquel improvisado plan de huida, apenas había empezado a conectar con mi público, cuando el verdugo raquítico apareció en escena, muy en su papel de mini-bestia desbocada, interrumpiéndome con un feroz placaje desde mi flanco derecho, ¡estaca en mano!.

 

-Aaaaaaaaaaaa.. -gemí dándome por pre-desintegrada-...aaaaarrrrrgggggg...

 

Pero no la palmé. En el último momento, eché hacia atrás el hombro izquierdo de forma que el primer estacazo del enano pasó rozando mi chupa negra.

 

Por desgracia, la embestida sí que no se pudo evitar. Y con el choque, el botijo, dinastía ”Chining”, salió primero disparado hacia el techo, para luego sobrevolar, ejecutando un tiro parabólico perfecto, a la muchedumbre que no le quitaba ojo, expectante, como si fuese el Cometa Halley en lugar de los restos de su adorado ex-Alcalde (que tampoco). Al final, tras alcanzar un desplazamiento máximo de 3 metros en el eje x, el proyectil en cuestión impactó contra el huequito de suelo que amablemente le habían dejado los chupasangres afectados por su trayectoria.

 

Total que, como os imaginaréis, en cuanto y=0, el cenicero de porcelana se rompió en mil pedazos y su contenido se desparramó a los pies de la audiencia.

 

-¡Sacrilegio!, ¡sacrilegio! -comenzaron a murmurar ciertos parroquianos escandalizados- ¡La Bruja Naranja ha profanado la memoria de Sir Thomas!. ¡Sacrilegio!

-Pero... hay colillas... -respondían otros vampiros más próximos al punto de colisión- ¡Aquí hay colillas!

-¡Sacrilegio!, ¡sacrilegio! -se empecinaban los primeros, recalcitrantes y duros de oído por exceso de fervor- ¡Los restos del Alcalde han sido mancillados!

 

¿Mancillados?, ¿restos del Alcalde?. Creedme, Siervos de la Noche, que, ¡qué más hubiera querido yo que disponer de un mísero segundo para curarles la sordera y explicarles que las colillas no se mancillan!. Pero en esos instantes me encontraba entretenida de lo lindo sujetando el antebrazo ejecutor del alguacil, quien después de haberme embestido con muy poca educación, me agarraba ahora por mi cazadora con un mano, mientras con la de la estaca insistía, cual verraco, en matarme sí o sí.

 

Y no lo debía de estar haciendo yo mal (porque hasta el momento mantenía bastante alejada la parte puntiaguda del madero) cuando me desconcentré al ver la figura “juvenil” de Titina entrando en mi campo visual, con zancadas firmes y decididas, dispuesta a volatilizarme ella misma.

 

Ainsssssssssssssssss... Ni transfusión de dopaje, ni subidón de adrenalina, ni na’ de na’. Vi llegar a la rubiteñida, con todos los músculos del gaznate apretándole la mandíbula y la cólera pintada en las arrugas del entrecejo, y perdí mi posición defensiva. En un abrir y cerrar de ojos, el agarre se me fue a la mierda, mi verdugo se zafó de mis manos y, sin piedad, lanzó su último ataque sobre mi corazón.

 

Ahora es cuando me convierto en polvo”, pensé al sentir como la madera se abría camino a través de mis maltrechas carnes del inframundo. Sin embargo,...

 

-¡¡¡SANGRE!!!

 

¿Qué dice la plebe?, ¿sangre?”

 

-La Bruja Naranja está sangrando...

 

¿Sagrando?... Entonces, de polvo, ¿nada?”

 

-¡LA BRUJA NARANJA ES UN SURTIDOR!... ¡¡¡DE SANGRE HUMANAAAAA!!!

 

¡Anda la osa! Pues sí que tenían razón los vampiros vulgaris. De mi pecho, por el agujerito que había dejado la estaca al entrar, brotaba una chorrito de sangre humana, ¡hiperoxigenada para más señas!

 

-¡¡¡NO HA MUERTO Y SANGRA SANGRE HUMANAAAAAAA!!!

 

En efecto, mi cuerpo aún se mantenía más compacto que el arroz con leche de mi madre. ¡Pero tampoco era para tanto!. Aunque la mano ejecutora había estado cerca, sólo había logrado reventar la bolsa que yo escondía dentro de mi cazadora. Sencillamente por eso, mi camiseta parecía sacada de la Tomatina de Buñol.

 

 

-¡¡¡NO HA MUERTO Y SANGRA SANGRE HUMANAAAAAAA!!!

 

Sí, sí,sí,sí...¡Qué cansinos, por favor!”

 

-¡¡¡ELLA ES LA ELEGIDA!!!

 

Que, ¿qué?”

 

-¡¡¡ELLA ES LA MESÍAS, LA UNGIDA!!!

 

 


2 comentarios

Jessi -

Mi querídisima Ciocio:

Yo, no sé tú, pero a la ESO nunca he asistido en cueros.

Mi educación y mi recato, y que por estos lares hace mucho frío, son las razones de que jamás me haya presentado en clase como Dios me trajo al mundo, es decir, en pelota picada.

Y es que muchos me lo habrían agracido, porquenyo estoy muy buena, pero no me gusta andar por ahí luciendo palmito.

Y con esto espero haber resuelto tus dudas (aunque tampoco tengo muy clara la pregunta), pero qlgo había que contestar.

La Jessi (más confusa que Confucio que fue el que inventó la confusión)

Ciocio -

Si ya sabía yo que te guardabas un as en la manga! Bueno, un as, una bolsa de rico plasmita... qlgo había de sorpresa.
Por cierto, en que cueros de la eso estabas tú tripitiendo? Porquenyo eso del eje x e y... Como que no lo vi mucho. Será que ese día hice peyas para irme con el Richar a los futbolines.