Para vuestro interés, he de informaros que a los chupasangres la hambruna en el Cuerno de África les trae sin cuidado y lo de la paz mundial, más o menos, les importa un bledo. Conclusión:
-¡¡¡REA DE MUERTE!!!
La vocera del Consejo me había fulminado primero con sus ojillos entornados por la superioridad, para luego mandarme, sin pensárselo dos veces, de patitas al matadero. Y no creáis que esto de ventilarse a otro inmortal es algo que implique mucha papeleo. ¡Al contrario! En cuanto la jurado3 me sentenció al estacazo padre, le faltaron piernas al alguacil, anteriormente conocido como portero del WoW, para abandonar su posición y dirigirse derechito a mi.
Desesperada, miré hacia Brigitte buscando apoyo, al fin y al cabo, se había coronado como Alcaldesa gracias a mi declaración. Pero la rubi-teñida, más feliz que si le hubiesen regalado un ático en Manhattan, no mostraba intención alguna de abandonar el país de la piruleta para echarme una mano con el palo que se me venía encima. El albondiguilla había sido exculpado y ella estaba resuelta a no conceder ni un milímetro más de lo que habíamos acordado.
Que bien pensado, de todo aquel plan, la única que salía perdiendo era yo: Jessica, vampiresa novata, bruja naranja, pringada de nivel 10. Por un lado, mi MacGyver se ganaba, sin una gota de sudor, un beatífica existencia para rascarse la barriga con placidez y, por el otro, Titina se asentaba como regidora de la ciudad con sólo observar como yo me suicidaba en público, sin pasársele por la cabeza mover un dedo más allá de lo que exigía su parte del trato.
Así las cosas, ¿qué hacer, entonces?, ¿cómo escapar de esta situación?, ¿cómo decir un educado “no, gracias” y esfumarse sin dejar rastro?. El suave tintineo de la tapa de “Sir Thomas” agitado por un repentino tembleque acojonado de mi cuerpo, me dio la respuesta: yo también había cumplido mi parte del trato, yo ya había asumido la autoría del asesinato. A partir de ese momento, no le debía ninguna lealtad a la rubi-teñida, con lo que...
-¡¡¡TODO ES MENTIRA!!! -grité como una condenada- ¡¡¡YO NO MATÉ AL ALCALDE!!!, ¡¡¡SOY INOCENTE, TODO ES MENTIRA!!!
Repentinamente a Brigitte se le borró la sonrisa de la cara y se le salieron los ojos como si estuviese en pleno tacto rectal.
-¡¡¡LO MATÓ LA NUEVA REGIDORA!!! -continué aprovechando que el verdugo-alguacil-portero se había quedado pasmado mirando hacia el Consejo en espera de nuevas órdenes- ¡¡¡ELLA ME CONVIRTIÓ A CAMBIO DE QUE OS DIJESE QUE TODO LO HABÍA HECHO YO!!!, ¡¡¡ELLA ME DIJO QUE, SIENDO VAMPIRO, NO ME PASARÍA NADA Y QUE ASÍ VIVIRÍA ETERNAMENTE!!! -un nuevo runrún desconfiado estaba surgiendo entre la masa de chupasangres comunes- ¡¡¡ELLA ME PROMETIÓ LA INMORTALIDAD A CAMBIO DE QUE VINIESE A CONFESAR QUE HABÍA MATADO A VUESTRO ALCALDE!!!, ¡¡¡POR ESO OS HE MENTIDO, PERO EN REALIDAD SOY INOCENTE!!!
Al unísono, los 5 jurados le dirigieron a Titina unas miradas inquisitivas nada amistosas. Era evidente que mis palabras estaban sembrando la duda entre el populacho y aunque, de forma tácita, el tribunal hubiese decidido hacer la vista gorda con la versión de la nueva regidora, ahora que yo había levantado las primeras sospechas, los chupasangres momia parecían recriminarle a Brigitte el poco esmero con el que había urdido la muerte de Sir Thomas y lo poco controlada que tenía a su “coartada”. Además de que su silencio dejaba bien claro que no pensaban salir en defensa de la rubi-teñida. ¡Faltaría más!, ¡los miembros del Consejo dejándose salpicar por la incompetencia ajena!
-¡¡¡REA DE MUERTE!!!, ¡¡¡REA DE MUERTE!!! -comenzó a chillar de pronto Titina, a quien ahora el culito también le hacía cuikcuik- ¡¡¡REA DE MUERTE!!!... ¿ES QUE NO LO ENTIENDES? -se detuvo un instante para preguntarle al alguacil- ¡¡¡REA DE MUERTE!!!... ¡¡¡EJECUTA LA SENTENCIA!!!, ¡¡¡CLÁVALE LA ESTACA!!!, ¡¡¡MÁTALAAA!!! -le insistía mientras lo empujaba con una mano y con un dedo de la otra me señalaba directamente a mi- ¡¡¡REA DE MUERTE!!!, ¡¡¡REA DE MUERTE!!!
Pero el verdugo a la sazón, no se movía ni un ápice. A pesar de las embestidas de una Alcaldesa milenaria transtornada, el portero enano se mantenía anclado en su sitio, a la espera de alguna indicación de los jurados, quienes, a su vez, tampoco pretendían pronunciarse hasta comprobar a favor de cuál de las dos se inclinaba la chusma murcielaguil presente. Y es que, como ya sabéis avezados Siervos de la Noche, para mantener el control de masas, de vez en cuando hay que sacrificar al cabeza de turco que te pida la plebe y, por lo que se palpaba en el ambiente, en esta ocasión la batalla estaba reñida.
-¿Has oído lo que ha dicho la novata? -mis orejillas ultrasónicas acababan de captar una pequeña conversación.
-Sí, sí, que la nueva regidora acabó con nuestro Alcalde amantíiiSSSIMO – los cementerios siempre están llenos de bellíiiSSSIMAS personas.
-¡Aluciante!. ¡La Srta. Brigitte asesinó a Sir Thomas para quedarse con su puesto!, ¡qué fuerrRRRrrte! -fuerte, fuerte, sin duda, porque él era un bicho duro de pelar.
-Pues yo no me lo trago, hija, la nueva regidora nunca se ensuciaría las manos por una cosa así. Tiene mucho más glamour que todo eso -evidentemente no estaban teniendo en cuenta el vestidito prieto que lucía hoy.
-Pero a esta niña... -replicaba mi vehemente defensora-... ¿quién la iba a convertir sino Brigitte? El finado tenía mejor gusto para las mujeres - ¡eeeh, sin pasarse de vehemencia! ¡que aquella no era mi mejor noche ni mucho menos!.
-Tal vez... Sin embargo ha admitido que lo hechizó para que le diese su sangre, ¡¿no ves que es una Bruja Naranja de Nivel 9?! -en realidad de nivel 10, por favor.
-¿Y qué se supone significa eso?
-Sinceramente... Ni remota idea, querida...
A pesar de que todavía no me había salvado, nadie podrá negar que mi inteligente maniobra había dado sus frutos. De estar oficialmente condenada a espicharla, la balanza se había equilibrado hasta dejarnos, tanto a Titina como a mi, con un 50-50 de probabilidades de quedar pulverizadas en menos de media hora. Era obvio que tocaba inclinarla a mi favor, si quería llegar a mañana.
-DIGO LA VERDAD -retomé mi discurso desgañitándome para sobrepasar el agudo de la rubiteñida que todavía seguía con su “ReaDeMuerte-ReaDeMuerte”- LA ALCADESA OS HA ENGAÑADO A TODOS DESDE EL PRINCIPIO. EN ÉSTE JARRÓN NO ESTÁ SIR THOMAS, ¡¡¡ESTOS SON ÚNICAMENTE RESTOS DE TABACO Y OS LO VOY A DEMOSTRAR!!!