Blogia
diariodeunavampiresanovata

A MIS SIERVOS DE LA NOCHE:

He de dejaros, Siervos de la Noche, he de despedirme de vosotros. Al menos por el momento.

 

Como habréis podido suponer, es necesario que deje de escribir aquí si quiero evitar que mi albondiguilla descubra mi paradero. Ahora mismo me hallo en medio de un transición y debo tomarme mi tiempo para asumir el control de mi no-vida.

 

Pero no sufráis por mí porque estaré bien. Me habéis ayudado mucho en mis horas bajas y vuestro apoyo me ha dado el valor necesario para contar esta historia hasta el final. Sin embargo, en este momento, es prioritario salvaguardar al pelo-pincho-lamido de mi voraz apetito. Por ello debo silenciar mis palabras en la red.

 

Muchas gracias a todos los Siervos de la Noche, por haberme leído hasta hoy. Pero en particular, muchísimas gracias, a Sara y Rubi o Rubi y Sara. Las dos sois igualmente especiales para mí.

 

Sin vuestra insistencia hubiese abandonado este diario hace mucho tiempo. Saber que estabais preocupadas por mí me ha obligado a contaros mi vida hasta hoy. Estaba en deuda con vosotras y no podía quedarme tranquila hasta que le pusiese término a esta aventura.

 

Quizás hace tiempo que ya no pasáis por aquí y estas letras se perderán en el ciberespacio sin llegar hasta vosotras, pero espero que mis más EMOtivos buenos deseos os alcancen allá donde estéis.

 

Una noche de éstas, en un ciudad cualquiera del mundo, tal vez os encontréis con una chica algo pálida, regordita, sin depilar y, probablemente, acompañada de una chihuahua. Por favor, acercaros a saludarme. Porque no tengáis la menor duda de que me encantaría conocer en persona a mis dos Siervas de la Noche favoritas.

 

Un besazo. Hasta siempre.

 

Jessica, la vampiresa novata.

0 comentarios