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diariodeunavampiresanovata

La mirada que me echó Titina delataba un temor creciente a que su plan terminase en un completo fracaso. Al fin, después de unos segundos de meditación, recuperó la compostura y tomó la palabra de nuevo.

 

-Muy bien, voy a aceptar tu propuesta. Convocaré a los miembros del consejo a un “meeting” de urgencia a fin de que tú misma les relates cómo utilizaste las artes oscuras para confundirnos a todos y lograr obtener la sangre de Sir Thomas. Sangre con la que finalmente te convertirías en una bruja inmortal y “very dangerous”. En cuanto a mi... -añadió poniéndose en pie mientras, con la mirada en el techo, esbozaba su gran mentira-... yo siempre sospeché la jugada, pero no quise decir nada hasta poder presentar pruebas concluyentes de mi teoría. Porque proceder de cualquier otro modo hubiese resultado poco profesional para una Alcaldesa. En cuanto a tu captura... -continuó elucubrando, esta vez, con sus ojos fijos en mi-... podríamos decir que, después mantenerte bajo una estricta vigilancia, al fin, te di caza en campo abierto gracias a mi astucia y a que la fuerza de mi vetusta sangre vampírica es superior a la del finado Sir Thomas.

 

¡Menuda basura de teoría!, ¡tenía menos consistencia que las cuentas del gobierno griego!. Pero mi misión era librar al Jonhy de toda culpa, así que si la chupasangres estaba tan satisfecha con aquella invención, como parecía por su autocomplaciente careto, no había de ser yo quien sembrase las dudas que la hiciesen rechazar el nuevo pacto.

 

-Aunqueeeee... -masculló después de un breve silencio-... Esto resulta poco convincente...

 

¡Pues claro que resultaba poco convincente!. Ésa era justamente la impresión que me daba a mi. Una captura a lo “aquí te pillo, aquí te mato” quedaba demasiado cutre para una hechicera super poderosísima como yo. De hecho, si me hubiese pedido mi opinión al respecto, le habría aconsejado currar un poco más la historia del arresto.

 

-... es que, honey, con esas pintas, nadie se va a creer lo de tus artes oscuras. ¡Por no mencionar que se supone que has bebido del difunto regidor!. Vamos, darling, que es más creíble que seas la momia de Walt Disney, diez días fuera del congelador, después de un paseo por el desierto de Gobi, a que hayas visto en tu vida una varita mágica.

 

 

 

¿Qué responder a estos insultos gratuitos?, ¿cómo actuar ante tamaño ultraje? Porque vale que yo no estaba en uno de mis mejores momentos, pero Titina tampoco es que luciese un aspecto envidiable, precisamente. Iba embutida en un escueto vestidito blanco destinado a chicas 20 años más jóvenes (¡eso contando sólo con su edad aparente!), tan ceñido que a la fuerza había tenido que usar vaselina para enfundarse en él y tan corto que mi abuela lo habría confundido con una camiseta interior. Además no llevaba sostén y, a pesar de lo que puedan imaginar los Siervos de la Noche más optimistas, eso de transformarse en chupasangres no logra revertir los efectos de la gravedad, mucho menos si has pasado los 40 y las ubres ya te llegan al ombligo cuando se produce la conversión. Total, que si tuviese que elegir entre parecerme a Walt Disney “descriogenizado” o a la Alcaldesa dándose ínfulas de Britney Spears revenida, me hubiese quedado con el primero, a pesar de lo poco favorecedor que es el bigote.

 

-Será mejor que te tomes algo -añadió mientras se acercaba al mueble-bar situado a sus espaldas- Al menos disimularás el decaimiento.

 

Y a punto estuve de responder que mis tetas estaban la mar de bien colocadas, pero si de caimientos había que hablar, ella era la primera que debía verse el ombligo y los dos penzoncillos que lo flanqueaban.

 

Sin embargo, un par de bolsas de sangre lanzadas sobre mi regazo me distrajeron del chorreo que estaba a punto de soltarle acerca de las maduritas con espíritu de colegialas y desapego al sujetador.

 

-¿Esto es...? -fue lo único que pude responder cuando aparté de mi mente el terrible agravio perpetrado contra mi aspecto y me centré en lo que me estaba sugiriendo la Alcaldesa.

-Eso es sangre destinada a transfusiones -respondió a mi pregunta no formulada- Resulta evidente que todavía no te has alimentado y mis súbditos pueden ser algo panolis, pero no tan mentally retarded. Recuerda que necesitamos que parezcas una super bruja-vampiresa, no un cadáver cualquiera -y, dirigiéndose a la puerta del despacho, agregó- Ahora voy a emplazar al Consejo a una reunión de emergencia. Mientras, tú debes beberte esas dos bolsas antes de que regrese a buscarte. No tardaré mucho.

 

Un suave clic del pestillo me anunció que me había quedado a solas con dos problemas recién sacados del frigorífico. Y es que, equivocadísimos Siervos de la Noche, seguramente os habréis imaginado que me abalancé sobre las bolsas dominada por las ansias de regar el gaznate con el que era mi nuevo sustento. Pero nada más lejos de la realidad.

 

A pesar de que se supone que todo vampiro que se precie se pirra por un chute hemoglobínico y que a duras penas logra dominar sus instintos cuando tiene a mano un buen tiro de sangre, no puedo decir que a mi me resultase especialmente atrayente la perspectiva de ventilarme aquellas dos bolsitas a palo seco. Así, sin ganchitos, ni na’.

 

Porque yo soy una chica de principios firmes, sólidos e inamovibles. Entiéndase, de comer: cacahuetes salados, pizza, donuts y otros derivados del colesterol. Para las 5 raciones de vegetales, la lechuga de la hamburguesa, y en un exceso de vida sana, le añado cebolla ¡y listo!. Vamos, que antes que adivinar qué me estoy comiendo en un plato de autor firmado por Ferran Adriá, siempre he preferido un saludable McMenú de Ronald McDonald. ¡Será que una es de pueblo, oiga!, ¡o que aún no tengo un paladar tan selecto como el de mis nuevos convecinos!, pero yo, sangre, así, a pelo, NO SEÑOR, ¡ESO SÍ QUE NO!.

 

¡Vamos, hombre! Que ya que me había dejado caer directamente en manos de Titina, ¡que no había sudado ni una gota para apresarme!, lo mínimo hubiese sido traerme un poco de ketchup como acompañamiento. ¡Porque bañado en ketchup como hasta alcachofas!, pero así, sin nada que lo aliñe, aquello iba a ser un gran sacrificio y, a esas alturas de la noche, mejor que beberme dos repugnantes bolsas de sangre, casi prefería salir e hincarle el diente al gorililla con olor a donuts de la entrada.

 

-Uhmmmmmm...

6 comentarios

Jessi -

Queridísima Rubi:

Sufres por mi y lo entiendo, yo también sufro por mi y por mi desesperada situación.

Más tú, angustiada Sierva de la Noche, no debes padecer tantas tribulaciones, ni tanta inquietud esperando por mis informes regulares, que eso es malo para la tensión arterial (cosas que tiene el estar vivo).

Así que para evitar que un ataque de corazón se lleve a un Siervo de la Noche (que ya somos pocos), he contestado con la mayor celeridad a tus preguntas, pero para futuras ocasiones no has de tomarte mi
trágica existencia tan a pecho, que la salud es lo primero.

Esperando que te conserves sana como una manzana y que me sigas brindando tu apoyo por mucho tiempo, se despide de ti:

La Jessi.

Rubi -

Por favor Jessi
Cuando prosigues con tu historia
mira que nos tienes super impacientes
de saber que paso??

Jessi -

Queridísima Sara,


Ya había notado yo la ausencia de tus desazonados comentarios, pero estoy convencida (y para esto utilizaré mis recién adquiridos poderes vampíricos) que esto es debido a que no soy la única que está colada hasta las trancas, ¿verdad?.

Porque así de entregadas somos las Siervas de la Noche. Vemos a nuestra media naranja en peligro y nos la jugamos por él, no lo vemos en peligro y nos beneficiamos de él (que además de sano, cuesta muy poco).

Lamentablemente mi historia de amor con el Jonhy no sé a donde irá a parar (los azares de la vida han querido separnos de esta trágica manera), pero tú, tierna Sierva de la Noche, debes disfrutar al máximo tu propio albondiguilla.

Y es que, al final, amiga Sara, una nunca sabe cuando se le va a cruzar en el camino un capullo integral que la convierta en vampiresa.



La Jessi.

Sara -

Hola, hace tiempo que no pasaba por aqui y me encuentro con esto, hay que ver lo colada que estas por el albondiguilla ¿eh? porque bueno...meterse en la boca del lobo...es decir en la de Titina, en fin tu veras que haces, ¿y cuando se va a enterar el anteriormente nombrado de que ya eres una vampi? no puede ser que haya emigrado ¿verdad que no?

Sigue informando...

Tu Sierva de la Noche Sara



Jessi -

Ainssssss, amiguísima Rubi, veo que era una Sierva de la Noche sinceramente preocupada por mi. Y es que iba a contestar al mensaje que me habías dejado hace unos días y he comprobado que tenía otra nueva misiva tuya, toda deshecha en angustia y desasosiego por mi desventurada existencia...

Ainssssss, ¡cómo sufro!. Sufro mucho. Mucho, mucho y, además, en soledad. Felizmente, tus frases de apoyo son como un bálsamo para mi. Porque, ¡qué bien hablas!, querida Rubi, ¡pero qué bien condensas mi personalidad en dos palabras!: VALIENTE Y ALTRUISTA.

En efecto, así soy yo, valiente y altruista. Me lancé solita a la boca del lobo por mi albondiguilla, para que él pudiera tener una vida larga y plena. Una vida próspera al lado de alguna mujer-palo (de ésas que por no tener curvas, no tienen ni culo), dando paseos de la mano, bajo el Sol y llenando sus satisfechas barrigas con comidas repletas de azúcares y colesterol.

Mientras, la que suscrible, su valentía y su altruismo tendrán que alimentarse, los tres, de bolsitas de sangre fría hasta el fin del mundo... Que viéndolo así me parece muchísimo tiempo.

La Jessi.

Rubi -

Me sorprende sobre manera tu valentia ante esta situacion tan delicada

Mira que altruismo de salvar al pelopincho lamido solo por amor sin nada a cambio si supiera el a la mujer que perdio.

y estoy totalmente de acuerdo contigo nada mejor que un platillo caliente a 36.5 grados como el chico de la puerta

que problema tu primera comida como vampira y te dan 2 bolsas heladas no puedo creerlo

Deberas que no imagino como saliste de esta espero tu siguiente aporte con muchas ansias

No dejas de sorprenderme jaja
Saludos